QUÉ HACEMOS?

 

NUESTRA MISIÓN

Pretendemos satisfacer las necesidades de la Justicia Restaurativa, individuales y sociales, atendiendo a los siguientes elementos identitarios:

 

♥         Queremos apostar por el valor de la palabra, el diálogo y el encuentro restaurativo.

♥         El primado de la verdad. Sin verdad no hay justicia y tampoco puede haber perdón personal y social.

♥         Queremos atender las necesidades reales, puestas de manifiesto por el delito, en base a la asunción de responsabilidades y el mutuo reconocimiento de la otra persona, como un “tú” competente, susceptible de responsabilidad (infractora) y de perdón (víctima).

♥         Dando a la víctima el protagonismo que le corresponde. Devolverle el protagonismo que merece y velar por la cobertura de sus necesidades.

♥         Responsabilizando a la persona infractora y recuperando la vocación reinsertadora del sistema, asentado en el principio de perfectibilidad humana.

♥         Restaurando los vínculos sociales. Devolviendo el protagonismo a la sociedad civil, para generar tejido social y crear sinergias que mejoren la calidad de vida, involucrando a la comunidad en la prevención y tratamiento del delito y en la reintegración social de las personas infractoras.


 

NUESTROS PROGRAMAS

1. DIÁLOGOS RESTAURATIVOS. RESPONSABILIZACIÓN Y REPARACIÓN DEL DAÑO EN EJECUCIÓN DE LA PENA. MEDIDAS ALTERNATIVAS.

  • El programa Diálogos Restaurativos que presentamos es una propuesta innovadora y pionera como fórmula alternativa del cumplimiento de condena, la cual cumple además con el objetivo reeducativo y reparador que ha de caracterizar a los TBC, así como a cualquier medida alternativa y programa destinado a la reinserción y la vuelta a la vida en libertad.

    La justificación jurídica de este programa se sustenta en los artículos 49 CP (participación en programas de reparación a la víctima en supuestos de delitos leves y menos graves) y 90.2 del mismo Código (participación en programas de reparación a las víctimas y requisito para la obtención de la libertad condicional adelantada). A nivel europeo, la Justicia Restaurativa en la actualidad viene marcada por la Recomendación 2018 del Comité de Ministros del Consejo de Europa referente a la Justicia Restaurativa en asuntos penales (que sustituye a la Recomendación No. R (99) 19, de 1999) en la que se anima a los estados miembros al uso de programas restaurativos y a su inclusión dentro de los sistemas de justicia criminal, defiendo a esta como cualquier proceso que permite a aquellos afectados por el delito y aquellos responsables del daño, si aceptan voluntariamente, a participar activamente en la resolución de los asuntos derivados de la ofensa, a través de la ayuda de un tercero entrenado e imparcial denominado facilitador.

    El programa de Diálogos Restaurativos es el fruto de cuatro años de trabajo previos (2017/2020), iniciando en 2018 y coordinado entre IIPP y la FEJR (y asociaciones que lo llevamos a cabo) y creciendo en número de personas usuarias hasta el día de hoy.

    Trabajamos en el objetivo de promover Justicia Restaurativa desde sus valores de empatía, responsabilización en las personas penadas y reparación del daño en las personas víctimas, con miras a sumar más Centros que ofrezcan este programa con la calidad y la rigurosidad en la que creemos; y teniendo siempre presente la influencia de género, perspectiva presente de manera transversal en todas nuestras intervenciones.

  • El programa parte de la responsabilización por el delito cometido y reparación del daño causado, recurriendo a una metodología eminentemente activa y participativa, en las que las personas beneficiarias se sientan dueñas y parte esencial del proceso.

    La práctica principal se basa en el poder del diálogo; de la confrontación con ideas falaces y justificativas en relación al delito y su comisión por las personas penadas participantes y bajo la forma de taller (psico-educativo y experiencial; mediación, u otro tipo de práctica restaurativa que se adapte a la exigencia del caso y del contexto) las personas penadas van avanzando en los procesos necesarios para pasar de actitudes justificativas y auto-exculpatorias a la visión empática, comprometida y responsabilizadora con la que deberán concluir su participación en el proyecto.

    Tal y como ya hemos indicado, a lo largo de todo el proceso está muy presente el planteamiento de las diferencias asociadas a género en la gestión del delito y la comprensión de la propia responsabilización por el delito cometido, entendiendo que este trabajo reflexivo y autorresponsabilizador es muy importante en el proceso, especialmente en el trabajo con hombres. La metodología implementada, los materiales y dinámicas utilizadas mantendrán un lenguaje inclusivo y no discriminatorio, generando espacios de debate y aprendizaje para la toma de conciencia de la influencia del género, los estereotipos, estructuras sociales y valores que impregnan nuestro día a día y nuestras conductas, creando experiencias en favor de una igualdad de oportunidades real y efectiva.

    El Programa consta de 10 sesiones de trabajo, llevados a cabo en cuatro fases:

    1. Fase de selección y evaluación individual con cada una de las personas penadas.

    2. Fase de trabajo grupal, con las personas penadas, las víctimas indirectas- y las personas representantes de la comunidad.

    3. Fase de evaluación del cambio experimentado.

    4. Fase de mediación directa, si el caso y las personas implicadas aceptan la propuesta. Esta fase queda fuera del propio cumplimiento del taller, al tratarse de una actividad opcional.

  • General:

    Fomentar el desarrollo de programas de Justicia Restaurativa en el cumplimiento de Penas y Medidas Alternativas, para responder a las recomendaciones europeas hechas a sus países miembros desde una perspectiva de género.

    Específicos:

    ● Ampliar la capacidad de la institución penitenciaria para atender las penas, y en los organismos encargados de la ejecución de las penas, con proyectos en los que se trabajen aspectos significativos para la reinserción.

    ● Generar espacios de encuentro y reflexión entre penados/as, víctimas y comunidad, favoreciendo el uso de propuestas alternativas para la pacificación del conflicto.

    ● Prevenir la reincidencia como consecuencia de la reflexión y la responsabilización.

    ● Brindar a las víctimas un espacio de seguridad en el que contar libremente sus vivencias del delito a las personas penadas para liberar su dolor y favorecer la empatía de las personas victimarias.

    ● Ayudar a las personas penadas a responsabilizarse del daño causado a sus víctimas directas a través de los relatos de las personas víctimas del programa y potenciar la reparación del daño causado.

    ● Potenciar una sociedad empoderada para construir la paz en la gestión y consecuencias del delito.

2. DIÁLOGOS RESTAURATIVOS EN MEDIO PENITENCIARIO. RESPONSABILIZACIÓN Y REPARACIÓN DEL DAÑO EN EJECUCIÓN DE PENA. RÉGIMEN ORDINARIO.

  • Este programa responde a las recomendaciones de la declaración del Decimoprimer Congreso de las Naciones Unidas sobre la Prevención del Delito y el Trato de Delincuentes (2005), que instó a los Estados Miembro a reconocer la importancia de desarrollar aún más políticas, procedimientos y programas de justicia restaurativa que incluyan alternativas a los procesos judiciales.

    En esta línea, también da respuesta, entre otros, al artículo 90.2 del actual Código Penal, que señala que el Juez de Vigilancia Penitenciaria podrá adelantar la concesión de la Libertad Condicional si, entre otras circunstancias a cumplir, el penado acredita la participación efectiva y favorable en programas de reparación a las víctimas.

    A día de hoy los penados no se están beneficiando de esta posibilidad que ofrece el Código Penal, por la vía de programas de reparación a las víctimas; a través del presente proyecto ofrecemos un conjunto de recursos basados en los principios de la Justicia Restaurativa y la reparación del daño a las víctimas.

    Este paradigma reconoce que tras la comisión del delito existen nuevas oportunidades, y percibe la situación tras el delito como periodo de aprendizaje. Nuestro programa permite explorar los efectos del delito en las víctimas, los infractores y la comunidad y sirve como vehículo para la reintegración de las personas penadas por la comisión del delito dentro de su entorno social, y como una oportunidad de huir del círculo vicioso de la reincidencia y principalmente como fórmula de humanización del cumplimiento de condenas.

    Todo este trabajo lo realizamos siempre desde una perspectiva de género, ya que consideramos fundamental incluir este enfoque en todas nuestras intervenciones si queremos que se cumplan sus objetivos cualitativos en todas las personas. La influencia que ejerce el patriarcado determina la instauración y perpetuación de los estereotipos y roles de género, que en el caso de los hombres está asociado con la violencia ante la resolución de los conflictos.

  • El programa parte de la responsabilización por el delito cometido y reparación del daño causado, recurriendo a una metodología eminentemente activa y participativa, en las que las personas beneficiarias se sientan dueñas y parte esencial del proceso.

    La práctica principal se basa en el poder del diálogo; de la confrontación con ideas falaces y justificativas en relación al delito y su comisión por las personas penadas participantes y bajo la forma de taller (psico-educativo y experiencial; mediación, u otro tipo de práctica restaurativa que se adapte a la exigencia del caso y del contexto) las personas penadas van avanzando en los procesos necesarios para pasar de actitudes justificativas y auto-exculpatorias a la visión empática, comprometida y responsabilizadora con la que deberán concluir su participación en el proyecto.

    Tal y como ya hemos indicado, a lo largo de todo el proceso está muy presente el planteamiento de las diferencias asociadas a género en la gestión del delito y la comprensión de la propia responsabilización por el delito cometido, entendiendo que este trabajo reflexivo y autorresponsabilizador es muy importante en el proceso, especialmente en el trabajo con hombres.

    La metodología implementada, los materiales y dinámicas utilizadas mantendrán un lenguaje inclusivo y no discriminatorio, generando espacios de debate y aprendizaje para la toma de conciencia de la influencia del género, los estereotipos, estructuras sociales y valores que impregnan nuestro día a día y nuestras conductas, creando experiencias en favor de una igualdad de oportunidades real y efectiva. También se tendrá presente el análisis de realidad y evaluación diferenciada por género.

    El Programa consta de 10 sesiones de trabajo, llevados a cabo en cuatro fases:

    1. Fase de selección y evaluación individual con cada una de las personas penadas.

    2. Fase de trabajo grupal, con las personas penadas, las víctimas indirectas- y las personas representantes de la comunidad.

    3. Fase de evaluación del cambio experimentado.

    4. Fase de mediación directa, si el caso y las personas implicadas aceptan la propuesta. Esta fase queda fuera del propio cumplimiento del taller, al tratarse de una actividad opcional.

  • Objetivo general:

    Fomentar el desarrollo de programas de Justicia Restaurativa dentro de la Institución penitenciaria, a través de programas que fomentan la responsabilización, la reparación y el diálogo y así responder a las recomendaciones europeas hechas a sus países miembros desde una perspectiva de género.

    Objetivos específicos:

    ● Brindar a las personas penadas la posibilidad de reflexionar acerca del impacto de su conducta delictiva y la reparación del daño

    ● Ofrecer a las víctimas del delito un espacio de seguridad y diálogo para que puedan sentirse parte del proceso de justicia donde compartir su vivencia del delito.

    ● Potenciar una sociedad empoderada para construir la paz en la gestión y consecuencias del delito.

    ● Fomentar el desarrollo de programas de Justicia Restaurativa en la institución penitenciara para responder las recomendaciones europeas hechas a sus países miembro, desde una perspectiva de género.

    ● Generar espacios de encuentro y reflexión entre personas penadas, víctimas y comunidad, favoreciendo el uso de propuestas alternativas para la pacificación del conflicto.

3. REPARACIÓN DEL DAÑO Y SALIDA A LIBERTAD. JUSTICIA RESTAURATIVA Y MEDIO ABIERTO.

  • Este programa responde a las recomendaciones de la declaración del Decimoprimer Congreso de las Naciones Unidas sobre la Prevención del Delito y el Trato de Delincuentes (2005), que instó a los Estados Miembro a reconocer la importancia de desarrollar aún más políticas, procedimientos y programas de justicia restaurativa que incluyan alternativas a los procesos judiciales.

    En esta línea, también da respuesta, entre otros, al artículo 90.2 del actual Código Penal, que señala que el Juez de Vigilancia Penitenciaria podrá adelantar la concesión de la Libertad Condicional si, entre otras circunstancias a cumplir, el penado acredita la participación efectiva y favorable en programas de reparación a las víctimas.

    A día de hoy los penados no se están beneficiando de esta posibilidad que ofrece el Código Penal, por la vía de programas de reparación a las víctimas, con el proyecto ofrecemos un conjunto de recursos basados en los principios de la Justicia Restaurativa y la reparación del daño a las víctimas.

    Este paradigma reconoce que tras la comisión del delito existen nuevas oportunidades, y percibe la situación tras el delito como periodo de aprendizaje. Nuestro programa permite explorar los efectos del delito en las víctimas, los infractores y la comunidad y sirve como vehículo para la reintegración de las personas penadas por la comisión del delito dentro de su entorno social, y como una oportunidad de huir del círculo vicioso de la reincidencia y principalmente como fórmula de humanización del cumplimiento de condenas.

  • Este programa de Reparación a las Víctimas en Medio Abierto se realiza en grupos formados por infractores penados derivados por las Juntas de Tratamiento de los centros de cumplimiento.

    El proyecto recurre a una metodología eminentemente activa y participativa, en las que los beneficiarios se sientan dueños del proceso. La práctica principal es que a través del diálogo los participantes vayan desarrollando un proceso de empatía hacia el otro, y que el victimario tome conciencia del delito cometido y del daño que ha causado.

    La metodología implementada, los materiales y dinámicas utilizadas mantendrán un lenguaje inclusivo y no discriminatorio, generando espacios de debate y aprendizaje para la toma de conciencia de la influencia del género, los estereotipos, estructuras sociales y valores que impregnan nuestro día a día y nuestras conductas, creando experiencias en favor de una igualdad de oportunidades real y efectiva. La influencia que ejerce el patriarcado determina la instauración y perpetuación de los estereotipos y roles de género, que en el caso de los hombres está asociado con la violencia ante la resolución de los conflictos.

    El Programa propuesto para el año 2025 es llevado a cabo en cinco fases:

    1. Fase de coordinación con los centros de cumplimiento y resto de entidades.

    2. Fase de selección y evaluación individual con cada una de las personas penadas.

    3. Fase de trabajo grupal, con las personas penadas, las víctimas indirectas y las personas representantes de la comunidad. Se realiza en 10 sesiones donde se abordarán conceptos de Justicia Restaurativa, delito, responsabilidad, reparación y construcción de paz.

    4. Fase de evaluación del cambio experimentado.

    5. Fase de mediación directa, si el caso y las personas implicadas aceptan la propuesta. Esta fase queda fuera del propio cumplimiento del taller, al tratarse de una actividad opcional.

    Tras el programa, se realizará una fase individualizada de 3 sesiones más que da sentido al nombre del Programa: Reparación del daño, para dar cumplimiento al art. 90.2 del CP y al art. 15 del Estatuto de la Víctima, que consistirán en profundizar en la reparación del daño, identificación y reconocimiento de las consecuencias del delito, la víctima, afectación del entorno y comunidad, así como dimensionar nuestro alcance reparativo y sus objetivos.

  • Objetivo General:

    Potenciar el margen de confianza concedido a la persona penada en su progresión al tercer grado, y aminorar los riesgos de reincidencia y de una incompleta rehabilitación, logrando alcanzar así una reinserción de calidad en la sociedad, dando cumplimiento al artículo 90.2 del Código Penal y al artículo 15 del Estatuto de la Víctima mediante el desarrollo de actividades de reparación del daño.

    Objetivos Específicos:

    ● Introducir los valores de la Justicia Restaurativa, que incluyen a la víctima en el proceso de reparación del daño como un hito alcanzable para cualquier persona penada.

    ● Ser un apoyo para las juntas de tratamiento de los CIS y los Jueces de Vigilancia Penitenciarias a la hora de formalizar sus propuestas y tomar de decisiones

    ● Ayudar a las personas penadas a responsabilizarse del daño causado a sus víctimas y establecer un sistema de aceptación y reparación del daño generado con su delito, integrando la perspectiva de género

    ● Potenciar una sociedad empoderada para construir la paz en la gestión y consecuencias del delito, y un impacto en las comunidades, entendidas como entorno inmediato de víctimas y agresores/as.

4. MEDIACIÓN PENITENCIARIA .Estrategias hacia una convivencia más pacífica y responsable

  • El presente programa trata de apoyar a la Institución Penitenciaria en su labor en pro de la reeducación y reinserción social de las personas sometidas a penas y medidas de privación de libertad (recogido en la Constitución Española y la Ley Orgánica General Penitenciaria), ofreciendo un espacio para la gestión efectiva de los conflictos y la mejora de la convivencia. Por otro lado, en relación a la Agenda 2030, el programa ofrece un impulso para trabajar en favor de la Paz, la Justicia y las Instituciones sólidas (ODS 16), además de sumar esfuerzos en favor de otros objetivos de desarrollo sostenible para crear sociedades más justas y pacíficas.

    La prisión es una institución totalitaria donde la convivencia se desarrolla en un ambiente hostil. La incertidumbre en la que viven las personas respecto a sí mismas y a su futuro provoca un aumento de la hostilidad que en muchas ocasiones les mueve a resolver los conflictos de forma violenta. El problema surge cuando la inadecuada gestión de las disputas desemboca en conflictos de mayor peligrosidad y trascendencia, como ocurre en algunas ocasiones dentro de prisión.

    Toda esta situación, al mantenerse continuada en el tiempo, provoca una dificultad para empatizar y abandonar la actitud defensiva y conlleva que los conflictos no siempre sean resueltos de la manera más efectiva y pacífica posible. Es aquí, donde entendemos que la mediación se convierte en una potentísima herramienta para el entendimiento y el encuentro entre las personas, además de puente para el crecimiento personal, fomentando la convivencia ciudadana y la participación social.

    En la medida en que existen varios factores que llevan a las personas implicadas en el conflicto a no demandar el apoyo de la Administración para resolverlos, entendemos que estos mecanismos son necesarios y sirven a los intereses de orden y seguridad y que pueden motivar la prevención de la violencia, la mejora de la convivencia y la preparación para la vida en libertad.

    Este programa tiene su base en la filosofía de la justicia restaurativa y va en consonancia con las directivas y recomendaciones europeas, así como con la apuesta que desde hace unos años viene haciendo la Institución Penitenciaria, promoviendo el uso de prácticas innovadoras y coordinadas, de cara a que el sistema penal y penitenciario ofrezca respuestas justas, sin demoras y que permitan incorporar la perspectiva de reparación del daño causado.

  • El proyecto de mediación penitenciaria que presentamos tiene como objetivo promover la prevención y gestión de los conflictos y situaciones de violencia a través del fomento del diálogo, la escucha, el respeto y la autoresponsabilización de la persona, impulsando la educación en valores y la participación para el restablecimiento de la paz social.

    Nuestro planteamiento consiste en utilizar la mediación como herramienta para devolver a las personas privadas de libertad parte de la percepción de control sobre sus vidas, a través de una forma alternativa de resolver sus conflictos de convivencia, y como fin último, pacificar las relaciones y disminuir parte de la tensión propia del contexto en el que conviven.

    Se ofrece a las personas internas el servicio explicando su beneficio siempre desde la perspectiva del crecimiento personal, pues, a pesar de que pudieran existir otras ventajas procesales que el/la mediador/a no le asegura, puesto que no dependen de su trabajo, sino de la decisión del Centro Penitenciario, el fin último de la participación en el programa es llegar a la responsabilización y con ella a la obtención de un mayor grado de libertad interior y autocontrol.

    La participación de las personas benficiarias es la clave fundamental para el desarrollo del proyecto. La mediación se centra en las potencialidades de las personas, concediéndole el protagonismo para resolver sus diferencias interpersonales de manera dialogada, a través del respeto, la escucha del otro y la responsabilización en sus acciones, aprendizajes que podrá extender mucho más allá de los muros del propio centro penitenciario,

    El proceso de mediación se basa en entrevistas individuales con cada parte, con el fin de preparar y trabajar sus vivencias sobre el conflicto, explorando sus necesidades y expectativas. El número de sesiones varía en función de la persona y el caso, para posteriormente participar, si así lo deciden, en el encuentro dialogado, atención grupal y posterior seguimiento.

    Por otro lado, otra de las actividades fundamentales que desarrollamos son los talleres de gestión de la convivencia y reinserción social entre las personas penadas, como por ejemplo los talleres de comunicación y conflicto, apoyo en la preparación de salidas, vida en libertad y la gestión de la convivencia para los módulos de respeto.

  • Objetivo general:

    Promover la prevención y gestión de los conflictos y situaciones de violencia a través del fomento del diálogo, la escucha, el respeto y la autoresponsabilización del individuo, impulsando la educación en valores y la participación para el restablecimiento de la paz social.

    Objetivos específicos

    ● Prevenir la violencia y pacificar conflictos interpersonales entre los internos (preventivos y penados) de los centros penitenciarios del territorio español, trabajando en la responsabilización de la conducta infractora y el reconocimiento de la verdad.

    ● Fomentar el aprendizaje entre la población penitenciaria de habilidades para la escucha, el respeto, la convivencia y el reconocimiento del otro, mejorando la visión de sí mismo, su autocontrol, la toma de decisiones y la resolución de los conflictos desde desde mecanismos dialógicos y pacíficos.

    ● Sensibilizar y capacitar en mediación penitenciaria y justicia restaurativa a profesionales de los ámbitos jurídico, social y penitenciario.

    ● Empoderar a la sociedad para la construcción de paz en la gestión y consecuencias del delito, impactando en las comunidades (entorno inmediato de las personas penadas) y promoviendo la participación de la sociedad civil como respuesta y apoyo a todas las personas afectadas con la conducta delictiva (programa de voluntariado).